En diciembre de 2021, tras casi dos años de pandemia por el covid-19, todo parecía retomar cierta normalidad gracias al avance de las vacunas administradas alrededor del mundo.
Sin embargo, la aparición de la variante ómicron encendió otra vez las alarmas por su alta capacidad de transmisión y, desde entonces, se ha convertido en la variante dominante y responsable por los contagios en la mayoría de los países.
A partir de allí se han producido una serie de subvariantes de ómicron, cada una más contagiosa que la anterior.
Según publicación actualizada de la OMS a nivel mundial, a las 5:30 p. m. del 6 de enero de 2023, desde el inicio de la pandemia han habido 657. 977. 736 de casos confirmados de COVID-19, incluidas 6. 681. 433 muertes, notificadas a la OMS.
A 22 de diciembre de 2022 se habían administrado un total de 13.073.712.554 dosis de vacunas en todo el mundo.
Los datos actualizados publicados por la OMS sobre la pandemia de COVID-19 son los siguientes:
Para nuestro país
Desde el punto de vista analítico, es mucho lo que se puede decir sobre estos números, pero nos quedaremos con dos o tres puntos de vista que pueden incidir en el futuro de la pandemia.
En principio, es claro que la cantidad de casos de COVID 19 registrados es mucho más alta en las regiones con una industrialización alta y mediana. Asimismo la cantidad de muertes es mayor en esta región, lo que científicamente se justifica por la composición etaria, siendo la edad uno de los factores de riesgo para la muerte por Covid 19 más importantes.
De la misma manera, se observa que la cantidad de muertes en la región Américas es superior a la región Europa, lo que para algunos observadores se debe a la baja calidad de prestaciones médicas brindadas en algunos países sudamericanos.
Continua siendo inexplicable la baja incidencia COVID-19 en la región de África, sobre la que se podrá hacer un sin número de conjeturas para justificar la baja taza, por ejemplo sub registro, edad de la población, pocos centros superpoblados, poca migración de la población por falta de trasportes públicos, tal vez se deba a una mezcla de todas la causas, pero razón científica demostrada todavía no existe.
«La mayoría de los países africanos no tienen picos. No entiendo por qué. Estoy perdido», admite el profesor Salim Abdool Karim, presidente del comité asesor ministerial sobre la covid-19 de Sudáfrica
De la misma manera, salta a la vista la irregular distribución de la vacunación en las diferentes regiones, es clara la mayor cobertura lograda en las regiones más desarrolladas que en las menos desarrolladas. Aunque también en estos casos pueden ser muchas las variables a analizar para interpretar los resultados. Es de destacar también que las variables tazas dentro de una misma región pueden no deberse a la falta del inoculante sino a la acción de grupos antivacunas, fenómeno que se ha registrado sobre todo en países más desarrollados.
Es indudable el efecto de la vacunación para cambiar la evolución de la pandemia, es innegable que cuando la vacunación fue siendo masiva la cantidad de casos mortales y graves fueron en franco descenso en todo el mundo, en todos los grupos etarios y en todos los grupos socioeconómicos.
Mucho se habló en su momento sobre qué cantidad de vacunados serían necesarios para llegar a una inmunidad colectiva, si bien la OMS nunca se pronunció al respecto, muchos científicos se manifestaron convencidos que se debería llegar al 70 % de la población inmunizada para alcanzar dicha inmunidad.
Si vemos en los cuadros expuestos más arriba, notaremos que solo Las Américas y la región Pacífico Oeste han conseguido dicho standard del 70 %.
Nuestro país, más allá del debate sobre la calidad de las vacunas administradas, se encuentra bien posicionado en este rubro.
Pero, se deberá tener en cuenta que, tal como se sabe desde el inicio de la pandemia, la inmunidad al SARS-CoV-2 inducida por infección natural o vacunación proporciona un grado de protección contra la reinfección y / o reduce el riesgo de resultados clínicamente significativos. Sin embargo se prevé que la eficacia de la mayoría de estas vacunas disminuirá durante los primeros meses. Por dicho motivo se instauraron nuevas dosis de refuerzo.
Como también es sabido por todos, a partir del SARS original aparecieron nuevas variantes con mayor capacidad de infectar y de esquivar las defensas, ya sea de esquivar la inmunidad por infecciones previas por variantes antiguas o también por esquivar la inmunidad generada por las vacunas.
Desde el 26 de noviembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud tiene clasificada a la variante Ómicron como la más preocupante. Inicialmente de origen sudafricano, hoy representa el 98% de los casos remitidos y no deja de generar linajes, menos virulentos pero más contagiosos.
En estos momentos tres nuevas subvariantes de Ómicron preocupan a los científicos, una es la conocida como XBB.1.5 o variante Kraken, que es responsable del 40% de los casos reportados en Nueva York en diciembre de 2022. Según expertos esta subvariantetrasmite al menos dos veces más rápido que otras, debido a la “inusual mutación conocida como F486P”. Esa mutación modifica parte del virus al que apuntan muchos anticuerpos procedentes de las vacunas o de una infección previa y los hace menos efectivos.
Los científicos señalan que es poco probable que esta variante provoque cuadros graves de la enfermedad, pero su alta transmisibilidad hace que pueda llegar más fácilmente a más personas vulnerables las que sí pueden enfermar gravemente y morir.
Aunque no es más mortal que otras cepas la OMS teme que su rápida expansión, su resistencia a las vacunas y su facilidad para mutar llegue a colapsar los servicios sanitarios. «Nos preocupa su capacidad de crecimiento, en particular en Europa y EEUU, donde ha reemplazado rápidamente a otras variantes circulantes», ha explicado la doctora Maria Van Kerkhove, líder técnica de la OMS para la Covid.
La variante Kraken tiene 14 mutaciones de la proteína Spike, en comparación de las versiones anteriores del virus, algo que según los investigadores, le ha otorgado una mayor resistencia a los anticuerpos. Esto confirma que tanto las personas vacunadas como las que han superado la enfermedad no están inmunizadas frente a esta cepa por lo que pueden volver a reinfectarse.
La universidad de Columbia realizó un estudio que reveló que Kraken tiene 63 veces menos probabilidades de ser neutralizada por anticuerpos en la sangre de personas infectadas o vacunadas que la subvariante de ómicron BA.2, y hasta 49 veces menos probabilidades de ser neutralizada que las BA.4 y BA.5.
Ryan Gregory, profesor de evolución biológica de la Universidad de Guelph (Ontario, Canadá) es quien la ha denominado ‘Kraken’, en alusión al monstruo marino de la mitología nórdica que, emergiendo de las profundidades, atacaba barcos y devoraba a los marineros con gran rapidez. «XBB.1.5 definitivamente se gana un apodo con su ventaja de crecimiento récord y su escape inmune muy alto y su unión a ACE2»
Existe un grupo de personas con muy alto riesgo de enfermedad grave tras infección por SARS-CoV-2 (personas en tratamiento con terapias inmunosupresoras) y que tienen contraindicada la vacunación frente a COVID-19 por presentar alergia grave (incluyendo anafilaxia) a alguno de los componentes de las vacunas o que han desarrollado reacciones adversas graves asociadas a la administración de una dosis de vacuna frente a COVID-19.
Este grupo de personas son potenciales candidatas a recibir la combinación de anticuerpos monoclonales en el medicamento Evusheld como terapéutica para el COVID-19, con resultados muy exitosos.
La Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos ha informado este viernes 6 de enero de que es probable que la variante XBB.1.5 del coronavirus sea resistente al fármaco ‘Evusheld’ del laboratorio británico AstraZeneca.
Debido a su similitud con las variantes que no son neutralizados por Evusheld (como esta nueva variante, XBB),la FDA no prevé que Evusheld neutralice XBB.1.5. Lo que significa que es posible que el medicamento Evusheld no brinde protección adecuada contra el desarrollo de COVID para las personas que recibieron Evusheld y ahora se exponen a XBB.1.5. S
Otra subvariantes son la BQ.1, también conocida como “Perro del Inferno” y BQ.1.1 ambas, según lo publicado en The Lancet del 2 de enero por el Dr. Xiao Lin Jiang, del Laboratorio Provincial Clave de Shandong para el Control y la Prevención de Enfermedades Infecciosas, en Jinan, China, mostraron una resistencia mayor frente a anticuerpos neutralizantes producidos por vacunas e infecciones anteriores.
Ya sea que por acción de estas variantes, o por la tendencia a creer que la pandemia ya terminó o por el poco apego de la población en general a darse las dosis de refuerzos de las vacunas o por la mezcla de estas tres causales, el mundo se encuentra en la novena ola de COVID-19.
Así la OMS publica este 6 de enero:
A nivel global
- Casos recientemente notificados en los últimos 7 días 2.267.249
- Muertes reportadas recientemente en los últimos 7 días 7.917
Cabe destacar que no se cuenta en dicha estadística con datos aportados por países de interés epidemiológico como EEUU, Canadá, Australia, Italia, Grecia y varias decenas de países de menor interés epidemiológico, por consiguiente las cifras pueden ser mayor a las publicadas.
Para Nuestro país los casos denunciados en los últimos 7 días fueron 72.558 y las muertes 47
Para algunos países, esta nueva ola presenta características sin precedentes desde el inicio de la pandemia, como es el caso de Japón.
En efecto, Las autoridades sanitarias japonesas han confirmado este domingo al menos 407 fallecidos por coronavirus durante las últimas 24 horas, en línea con las cifras récord de muertos que lleva días registrando y que, según los expertos, podría empeorar en las próximas semanas.
El Ministerio de Salud japonés ha confirmado 407 fallecidos, treinta de ellos en la capital, Tokio, y otros 190.000 nuevos contagios desde el sábado en el marco de la octava ola de contagios desde la declaración de la pandemia, según recoge la cadena pública japonesa NHK.
El país lleva moviéndose varios días por encima de los 400 fallecidos diarios.
Con estos fallecimientos, Japón ha excedido ya las 60.000 muertes totales desde la declaración de la pandemia, 10.000 de ellas solo en el último mes, según estimaciones de la agencia oficial de noticias japonesa, Kyodo.
Por su lado, según la BBC, los hospitales en China hacen frente a una intensa presión ante la oleada de pacientes que están llegando a las unidades de cuidados intensivos infectados de covid-19, de acuerdo a la información que está llegando desde la nación asiática.
A principios de diciembre, según dice el mencionado medio, el gobierno de Pekín anunció un giro completo de su política de lucha contra el coronavirus -hasta entonces la más estricta del mundo- y empezó a eliminar los confinamientos obligatorios y el extenso programa de pruebas, tras una serie de protestas ciudadanas contra las restricciones.
Con la eliminación de las pruebas obligatorias, se ha vuelto imposible rastrear los nuevos casos en el país, al mismo tiempo que las autoridades chinas han dificultado el poder contabilizar las muertes por covid al registrar únicamente bajo esa categoría a las causadas por neumonía o fallo respiratorio.
En un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China (CCD, por sus siglas en inglés) filtrado a la prensa, las autoridades estiman que casi 250 millones de personas se contagiaron de covid-19 en los primeros 20 días de diciembre. La cifra real de infecciones de covid y muertes relacionadas se desconoce porque las autoridades han dejado de publicar los datos. La decisión fue anunciada el domingo pasado por la Comisión Nacional de Salud.
La OMS se manifestó «muy preocupada» con la evolución de la situación en China y las informaciones que apuntan a un aumento de los casos de infección severos. El director general de la OMS, dijo haber instado a China a que comparta sus datos sobre la severidad de la enfermedad, las hospitalizaciones y la capacidad de sus unidades de cuidado intensivo.
Entre tanto, el lunes pasado el gobierno chino anunció la reapertura de sus fronteras y el levantamiento del límite de los vuelos al exterior.
Estados Unidos informó que todos los pasajeros que viajen desde China, Hong Kong y Macao necesitarán una prueba de covid negativa para ingresar al país con el fin de «ralentizar la propagación» del virus.
En un comunicado, el Departamento de Salud de EE.UU. dijo que los pasajeros aéreos deberán hacerse las pruebas de covid no más de dos días antes de la salida.
Italia, que alguna vez fue el epicentro mundial del virus después de que se propagó desde China a fines de 2019 y en 2020, también dijo que implementará pruebas obligatorias de covid para todos los pasajeros que vengan de ese país.
El ministro de Salud italiano, Orazio Schillaci, dijo que esto es «esencial para garantizar la vigilancia e identificación» de cualquier nueva variante del virus y para «proteger a la población italiana».
Antes de su anuncio, los vuelos que llegaban a Milán ya estaban haciendo pruebas de covid a pasajeros que volaban desde China.
En un vuelo, que aterrizó en el aeropuerto de Malpensa el 26 de diciembre se encontró que el 52% de los pasajeros dieron positivo por covid, según informó el medio La Repubblica.
Varios países ya habían impuesto algunas restricciones a los viajeros procedentes de China:
En Japón, a partir del viernes todos los viajeros de China y aquellos que hayan estado de visita en los últimos siete días serán examinados para detectar covid a su llegada. Aquellos que den positivo deberán permanecer en cuarentena durante siete días si tienen síntomas, o cinco días si son asintomáticos. También se restringirá el número de vuelos desde y hacia China.
En India, las personas que viajan desde China y otros cuatro países asiáticos deben presentar una prueba de covid negativa antes de llegar. Los pasajeros serán puestos en cuarentena si tienen síntomas o dan positivo.
Taiwán dice que las personas que lleguen en vuelos desde China, así como en barco a dos islas, deberán realizarse pruebas de covid a su llegada del 1 al 31 de enero. Aquellos que den positivo podrán aislarse en casa, dijo el Centro de Comando Central de Epidemias de Taiwán.
Malasia también ha implementado medidas adicionales de seguimiento y vigilancia.
Reino Unido y Alemania dijeron que están monitoreando la situación de cerca, pero que no están considerando nuevas restricciones para los viajeros procedentes de China.
En Bélgica, el alcalde del centro turístico de Brujas pidió a los visitantes chinos que se sometan a pruebas de covid o requisitos obligatorios de vacunación.
Para la OMS, pese a los notables progresos experimentados en la lucha contra el coronavirus, “la amenaza del COVID-19 persiste”, advirtió este miércoles en rueda de prensa el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estimó en 10.000 el número de muertes semanales por la enfermedad. “Es probable que la cifra real sea mucho mayor”, alertó.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus especificó que persisten las “grandes desigualdades en el acceso a las pruebas, el tratamiento y la vacunación” y “que, en definitiva, el COVID-19 sigue siendo un virus peligroso para nuestra salud, nuestras economías y nuestras sociedades en general”.
El máximo responsable de la agencia sanitaria de la ONU manifestó su preocupación ante el actual panorama epidemiológico que presenta el COVID-19, “con una transmisión intensa en varias partes del mundo y una subvariante recombinante que se propaga rápidamente”.
Tedros explicó que durante las últimas semanas aumentaron los informes sobre hospitalizaciones y se produjo una mayor presión sobre los sistemas sanitarios, especialmente en las regiones menos templadas del hemisferio norte, donde también circulan enfermedades respiratorias como la gripe.
“No cabe duda de que el COVID-19 seguirá siendo un importante tema de debate, pero creo y espero que con los esfuerzos adecuados este sea el año en que la emergencia de salud pública termine oficialmente”, vaticinó.
Mientras tanto, el mundo debate cual será el impacto de las nuevas variantes del virus sobre la pandemia o cómo evolucionará el “problema chino” que a todos nos hace rememorar el comienzo de esta pandemia, la salida de la pandemia parecería continuar por el lado de las vacunas.
Frente a esta nueva oleada, no hay atisbos en ningún país de volver a las severas restricciones por las que hemos pasado durante la pandemia “dura”. Solo se recomienda de manera general y con toda lógica, el uso del barbijo en los lugares muy concurridos, cerrados y en el trasporte público.
Para la comunidad científica, es la vacunación completa la solución a la pandemia, en tanto que con ella ha disminuido inobjetablemente el número de casos graves y muertes; pero todavía son muchas las personas a nivel mundial que no han recibido ni siquiera la primera dosis y tal vez muchas más que tengan el plan de vacunación incompleto.
La comunidad científica ha continuado trabajando para conseguir más y mejores vacunas, desde la vacuna por vía inhalatoria hasta la más actual vacuna de doble cepa.
El objetivo de esta vacuna, también llamada bivalente, es lograr una mejor protección haciendo que el sistema inmunológico cree anticuerpos contra dos tipos diferentes del virus COVID-19.
Las disponibles en la actualidad combinan, en una misma aplicación, un estímulo para la creación de anticuerpos tanto contra la proteína Spike, presente en las variantes iniciales de la infección, encontradas en Wuhan, como para mutaciones ómicron, en concreto para las sub-variantes BA.4 y BA.5.
Por ahora, las únicas vacunas bivalentes desarrolladas, estudiadas y aprobadas para su uso en humanos son las versiones adaptadas de las vacunas Moderna Spikevax y Pfizer-BioNTech Comirnaty COVID-19.
Los resultados de los experimentos efectuados por la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido, hechos en 437 personas, mostraron que la vacuna actualizada era segura y brindaba una mejor protección inmunológica contra las nuevas variantes.
Los niveles de anticuerpos que pudieron adherirse al virus en su variante ómicron (BA.1) y desactivarlo fueron más altos en aquellas personas que habían recibido la nueva vacuna.
En las pruebas hechas contra las variantes más recientes de ómicron (BA.4 y BA.5), causantes de la actual ola de contagios en Reino Unido, también se mostraron niveles más altos de protección cuando se tenía la vacuna actualizada.
Esta dosis actualizada se aplica una vez al año y los países que ya la incorporaron son: Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, España, Italia, Alemania, chile y Japón. EnArgentinael Ministerio de Salud de la Nación mantiene diálogo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre su acceso, pero por el momento no hay fecha de llegada a la Argentina.
Versiones periodísticas informaron que desde julio de 2022 habría un acuerdo con el Laboratorio que produce la vacuna bivalente de Moderna, pero que al no estar autorizada por ANMAT el laboratorio Moderna que tiene dosis disponibles, no puede hacer los envíos acordados si no recibe las autorizaciones correspondientes de las reguladoras locales.
Si bien, con la vacuna bivalente, el resultado es excelente, no hay una garantía de su efectividad frente las nuevas variantes que seguramente continuarán apareciendo. Pero la posibilidad de su actualización es una herramienta importante, porque tal como ocurre con la vacuna de la gripe que también es multivalente y contiene distintas variantes del virus de la influenza que se actualizan año a año con las últimas cepas en boga, se puede poner un límite a la enfermedad.
El futuro entonces con respecto a la pandemia, se muestra sin restricciones severas, con el uso responsable del barbijo y vacunación anual con vacuna actualizada para todos.