El bajo número de pruebas realizado desde el comienzo de la ofensiva rusa en Ucrania abre la posibilidad de que haya una importante transmisión de Covid-19 no detectada.
En rueda de prensa en Ginebra sobre la evolución del COVID-19, el director general de la agencia de la ONU, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus indicó que antes del inicio de la ofensiva en Ucrania la Organización pudo distribuir suministros de emergencia en 23 hospitales, aunque reconoció que en estos momentos no tienen acceso a los suministros almacenados previamente en Kiev.
La agencia sanitaria de la ONU destaca que el bajo número de pruebas realizado desde el comienzo de la ofensiva rusa en Ucrania abre la posibilidad de que haya una importante transmisión de coronavirus no detectada.
Ucrania ha registrado, hasta el principio de la invasión, más de cinco millones de contagios y unos 112.000 fallecidos por coronavirus, según los datos oficiales.
Si atendemos a los datos recopilados por Our World in Data relativos a la vacunación contra la Covid-19 en Ucrania, vemos que el 35,6% de la población elegible cuenta con al menos una dosis (15.729.617). El 34,5% de los ucranianos tiene ya la pauta completa de vacunación (15.221.792). Tan solo el 1,7% (752.581 personas) de la población elegible ha recibido una dosis de refuerzo. Unas cifras que resultan significativamente bajas, más si se comparan con las coberturas de muchos de los países europeos.
La semana anterior a las operaciones militares, el país había experimentado un sensible aumento de casos de COVID-19.
La ayuda sanitaria llega mañana a Polonia, afirmó Tedros, pero falta un acceso seguro para distribuirla.
“Hay una necesidad urgente de establecer un corredor para garantizar que los trabajadores humanitarios y los suministros tengan un acceso seguro y continuo para llegar a las personas necesitadas”.
“Junto con la baja cobertura de vacunación, esto aumenta el riesgo de que un gran número de personas desarrollen una enfermedad grave. La escasez crítica de oxígeno tendrá un impacto en la capacidad de tratar a los pacientes con COVID-19 y muchas otras enfermedades”, alertó.
Al mismo tiempo, indicó que al menos tres de las principales plantas proveedoras de oxígeno de Ucrania han cerrado, y que continúan buscando formas de conseguir oxígeno en los países vecinos y transportarlo de forma segura a donde se necesita.
El doctor Mike Ryan, director de emergencias de la Organización, complementó la información y explicó que la semana pasada unas 2000 personas necesitaban oxígeno por causas relacionadas con el coronavirus y que ese número aumentará con las intervenciones quirúrgicas u otras causas médicas.
“El oxígeno no sólo salva vidas para el COVID. El oxígeno salva vidas y punto. Lo necesitas cuando lo necesitas. No puedes esperar a mañana para tener oxígeno. No puedes esperar hasta la semana que viene. No se puede poner en una lista de espera. El oxígeno te salva la vida ahora y cuando lo necesitas, lo necesitas. Ucrania lo necesita”, detalló.
Tanto Tedros como Ryan apuntaron la posibilidad de que los grandes desplazamientos de población contribuyan a un incremento de la transmisión de la enfermedad, una circunstancia que probablemente aumentará la presión de los sistemas sanitarios de las naciones vecinas a Ucrania.
“Cada vez que se altera a una sociedad de este modo y se pone a millones de personas en movimiento, las enfermedades infecciosas se aprovechan de ello. La gente está apiñada, estresada, no come, no duerme bien, es muy susceptible de sufrir, en primer lugar, una infección, y es más probable que la enfermedad se propague”, alertó e indicó la necesidad de expandir la vacunación de las personas que abandonan Ucrania hacia otros países.
Las últimas cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados apuntan a que más de un millón de refugiados ya han salido del país, y se espera que ese número se incremente rápidamente.
Acto seguido, Tedros expresó su profunda preocupación por las informaciones que indican que se habrían producido ataques a instalaciones y trabajadores sanitarios.
“Hemos recibido varios informes no confirmados de ataques a hospitales e infraestructuras sanitarias, y un incidente confirmado la semana pasada, en el que un hospital fue atacado con armas pesadas, matando a cuatro personas e hiriendo a diez, entre ellas seis trabajadores sanitarios”, detalló y explicó que se está tratando de verificar otros incidentes.
Por ello, recordó que cualquier ataque sobre la atención sanitaria representa una violación del derecho internacional humanitario.
“La inviolabilidad y neutralidad de la asistencia sanitaria -incluidos los trabajadores sanitarios, los pacientes, los suministros, el transporte y las instalaciones- y el derecho a un acceso seguro a la asistencia, deben respetarse y protegerse”, determinó.
Fuente: Claudio Rosso para C5N