Por Claudio Rosso
El Hospital Infantil de Texas (EE.UU.) y el Colegio Baylor de Medicina han desarrollado una vacuna contra la Covid-19 libre de patentes y a bajo costo, lo que supone una oportunidad para los países más pobres de aliviar los efectos de la pandemia en sus territorios. En su lucha contra la pandemia, supone un alivio para los países pobres afectados por la pandemia de covid-19.
La microbióloga hondureña – italiana María Elena Bottazzi ha explicado a Efe cómo se ha llevado a cabo el proyecto junto con el doctor Peter Hotez: «Hace 10 años recibimos unos fondos para empezar un programa para enfermedades emergentes, enfocándonos en dos coronavirus, primero en el SARS y después el MERS, y esos conocimientos nos han permitido que a partir de 2020 logremos después desarrollar prototipos para la vacuna contra la covid-19».
Según relata Bottazzi, codirectora del Hospital Infantil de Texas y la Escuela Baylor de Medicina, instituciones sin fines de lucro, el modelo de vacunas que impulsan «no se patenta porque de esa forma su tecnología puede ser transferida a muchas organizaciones de manufactura para que puedan no solo aprender sino también producir a escala.
Además, «hacemos todo con publicaciones que son abiertas para que también la comunidad científica pueda ver cómo hicimos nuestras ingenierías, cómo se pueden producir y eso es lo que lo hace de una manera un poco más genérica. No se mantiene ningún secreto del proceso y eso se puede replicar en varios lugares alrededor del mundo», subrayó.
Cuando llegó la pandemia, Bottazzi y Hotez estaban listos para desarrollar las pruebas necesarias para perfeccionar su vacuna.
«Pero no hubo ningún interés», dice Bottazzi, refiriéndose a que no obtuvieron el apoyo de las agencias del gobierno de Estados Unidos.
«Estaban enfocados en que tenía que ser una vacuna de ARNm», explica.
«Fue un error no apoyar tecnologías como las proteínas recombinantes, o las vacunas convencionales, porque es cierto, tal vez nos tardamos más en la producción, pero una vez lo logramos, podemos producir miles de millones de dosis. Mientras que con las de ARNm, se pueden producir rápido pero no a escala suficiente».
Cerrando 2021 ambas instituciones anunciaron que la Corbevax, una subunidad de proteínas covid-19, cuya tecnología fue creada y diseñada en su Centro para el Desarrollo de Vacunas, había recibido la aprobación para su uso de emergencia en India, para lanzarse en ese país.
La vacuna desarrollada por Bottazzi y Hotez está basada en una tecnología tradicional, llamada proteína recombinante.
Esta tecnología ya ha probado ser efectiva desde hace décadas, en vacunas como la de la hepatitis B, por ejemplo.
Su funcionamiento se basa en utilizar proteínas de un virus suficiente para despertar una respuesta inmune, pero no la enfermedad.
Además, requiere un proceso de producción más sencillo y barato que otro tipo de vacunas, como las de ARN mensajero que producen Pfizer o Moderna.
Según un estudio de Fase III entre 3.000 voluntarios, Corbevax tuvo una eficacia del 90% para prevenir la enfermedad causada por la versión original del SARS-CoV-2, y del 80% para la variante delta.
«La estamos llamando la vacuna del mundo», señaló Bottazzi al referirse a la Corbevax y su bajo coste, de uno a dos dólares, comparado con el alto de otras de farmacéuticas. La primera alianza que han hecho para que la Corbevax sea producida a gran escala es con la empresa Biological E, de India, con capacidad para poner en el mercado 100 millones de dosis al mes, aunque entre enero y febrero esperan tener 300 millones, y pronto podrían calificar para exportar.
«Al mismo tiempo estamos trabajando con otras organizaciones de manufactura en Indonesia, Bangladesh -que también podrían producir 100 millones de dosis al mes cada país- y otras que quieren establecer capacidad en África», apuntó Bottazzi.
La profesional indicó que las multinacionales de la industria farmacéutica tienen ciertos objetivos e incentivos, y recibieron una cantidad enorme de subsidios, tanto de Gobiernos como de países en particular para la producción de vacunas contra la covid-19, por lo que considera que «tendrían que ser un poco más altruistas, ofreciendo un poco de beneficio al mundo, especialmente cuando estamos todavía en una situación de emergencia».
Fuente: El Norte Bonaerense